River venció a Boca por 2 a 1 en un Superclásico que quedará para el recuerdo, jugado ante más de 85.000 personas en el Estadio Monumental, el mayor registro de público en la historia de los clásicos argentinos. Con Marcelo Gallardo nuevamente en el banco, el Millonario dominó a Boca en el primer tiempo y se quedó con una victoria muy justa.
El planteo de Fernando Gago sorprendió y no funcionó: Boca salió a la cancha con una línea de tres defensores compuesta por Marcos Rojo, Ayrton Costa y Rodrigo Battaglia, pero fue ampliamente superado. River llenó el área rival de centros y generó varias situaciones de peligro claras. A los 25 minutos, Franco Mastantuono abrió el marcador con un golazo de tiro libre desde 28 metros, imposible para Agustín Marchesín.

A pesar de la floja primera mitad, Boca consiguió el empate a los 38 minutos con un gol de Miguel Merentiel, que capturó una pelota suelta en el área. Sin embargo, la reacción duró poco: a los 44 minutos, tras un centro perfecto de Marcos “El Huevo” Acuña, Sebastián Driussi ganó de cabeza, Marchesín dio un rebote corto y el propio Driussi definió con el arquero en el suelo para poner el 2 a 1 que terminó sellando el resultado.
En el segundo tiempo, Boca mostró una leve mejoría, pero siguió siendo impreciso en el último tramo del ataque. River bajó la intensidad y dejó que Boca pudiera ir al frente a buscar el empate, pero un viejo conocido de los superclásicos como Franco Armani se lucía con dos atajadas fundamentales que evitaron el empate.
La fiesta fue completa para River, que no solo ganó el Superclásico con autoridad, sino que lo hizo en un Monumental repleto como nunca antes. Boca, en cambio, dejó muchas dudas de cara a lo que viene, con un Gago que volvió a quedar en deuda en un partido clave.