Platense volvió a dar un golpe fuerte en el Torneo Apertura 2025: eliminó a River en el Monumental tras empatar 1-1 en 120 minutos y ganar 4-2 en la definición por penales. El equipo dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez construyó su clasificación a partir de un plan claro, ordenado y eficaz, similar al que había desplegado en los octavos frente a Racing. Ahora irá por San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro.
El primer gol del partido fue de Vicente Taborda, a los 29 minutos del primer tiempo. Con esa ventaja, Platense reforzó su esquema defensivo, bajó el ritmo del partido y obligó a River a tomar decisiones con poco margen. Durante buena parte del tiempo reglamentario, el equipo de Gallardo no encontró espacios ni profundidad. La pelota le perteneció, pero las jugadas limpias escasearon.

El empate llegó recién a los 102 minutos, cuando Franco Mastantuono convirtió un penal sancionado por una infracción previa a Miguel Borja. La jugada fue protestada por todo Platense, que ya venía cuestionando decisiones del árbitro Yael Falcón Pérez. La igualdad no cambió demasiado el desarrollo: River empujó, pero sin claridad. Platense resistió y llevó la serie a los penales.
En la tanda, Cozzani atajó un remate clave y fue el encargado de cerrar el pase a semifinales. Del otro lado, River volvió a quedar eliminado en una instancia directa, algo que se repite por octava vez consecutiva. Más allá del entusiasmo que generó el regreso de Gallardo, el equipo volvió a mostrar dificultades para resolver partidos cerrados, aun jugando como local.
El planteo de Platense incomodó desde el comienzo. Supo jugar con los tiempos, con la presión del entorno y con las fallas que se insinuaban en la defensa de River. Con recursos limitados pero bien distribuidos, sacó provecho de cada momento favorable. La salida anticipada de Enzo Pérez, una decisión táctica del cuerpo técnico de River, desarmó el equilibrio del mediocampo y generó aún más impaciencia.

La eliminación marca un retroceso para River en un semestre que parecía encaminarse. El envión anímico del empate agónico no le alcanzó, y la serie terminó en manos de un rival que, una vez más, entendió mejor cómo competir en este tipo de escenarios.
Platense jugará la semifinal contra San Lorenzo, ya con dos gigantes en su camino. La idea, por ahora, sigue firme: seguir avanzando en silencio, sin sobras, pero con una convicción que le permitió transformar otra vez su papel en uno protagónico.