La exjugadora y actual técnica del fútbol femenino de Rosario Central, Rosana Gómez, compartió sus sensaciones tras la confirmación de la permanencia del equipo en la Primera División en el programa Rumbo a la Cancha por radio CNN Rosario. “El cambio en el formato del torneo, con menos descensos, nos ha permitido seguir en la categoría y eso nos dio otras ínfulas para armar algo importante. No queríamos repetir las sensaciones que tuvimos a final del año pasado”, explicó.
La entrenadora reconoció que el cierre del último torneo fue complicado. “Fue un término de año bastante sufrido, pero el fútbol genera esas emociones, esa adrenalina. Cuando nos enteramos de la resolución de AFA y supimos que podíamos continuar en la categoría, la dirigencia apostó por darle continuidad a mi proyecto. Pudimos reforzar el equipo con jugadoras de afuera y cubrir puestos que estaban más débiles. A pesar de que el debut fue con derrota, el equipo mostró una cara diferente y eso nos deja buenas sensaciones”, destacó Gómez.
Sobre la evolución del fútbol femenino en Argentina, la técnica resaltó el impacto de la llegada de futbolistas extranjeras. “Esto habla del crecimiento del torneo. Las jugadoras de otros países apuestan por este mercado porque, aunque quizás no sea el mejor pago, es muy competitivo. Además, este año hay competencias importantes en todas las categorías, como la Copa América y las eliminatorias. Eso hace que muchas busquen rodaje en torneos como el nuestro”.
Con una trayectoria que incluye participaciones en Mundiales y Copas América, Gómez repasó sus inicios en el deporte. “El fútbol femenino tiene 60 años menos de historia que el masculino y nos ha costado mucho ganar espacio. Cuando era niña, en Granadero Baigorria, jugaba con mi hermano y los vecinos, pero cuando quise integrarme a un equipo no me dejaban por ser mujer. Me costó encontrar mi lugar, pero a los 15 años llegué a Central y luego a Boca, donde hice mi carrera y llegué a la Selección”.
Su camino como entrenadora comenzó en 2010, y desde entonces trabajó en diversos ámbitos. “Pasé por la Universidad de Buenos Aires, luego regresé a Rosario Central, trabajé en la Conmebol en gestión y dirigí la selección de Bolivia. En 2024 tuve un paso por Liga de Quito, pero cuando me llamaron de Central no lo dudé. Volví con más experiencia y herramientas, justo cuando el club atravesaba un momento complicado. No logramos la permanencia en cancha, pero con la resolución de AFA pudimos seguir en Primera y hoy estamos armando un equipo competitivo”.
Finalmente, la DT dejó un mensaje inspirador sobre los desafíos de su carrera. “Desde el inicio, mucha gente me preguntaba si estaba segura de querer vivir del fútbol. Ha sido un camino sacrificado, pero también con muchas recompensas. Me declararon ciudadana ilustre de Santa Fe y siento que, de algún modo, abro puertas para futuras entrenadoras. Lo importante es seguir adelante, a pesar de las dificultades, porque hacer lo que a uno le gusta es un privilegio”.