Vistió algunas de las camisetas más pesadas del mundo, tocó el cielo con las manos en Italia 90 y luego cayó en desgracia.
El 8 de julio de 1990 fue el día más glorioso en la carrera deportiva de Andreas Brehme, un futbolista alemán que había participado del Mundial de México 86, pero se había quedado en las puertas del triunfo ya que la Selección Argentina se había impuesto por 3 a 2 en una de las finales más apasionante de todos los tiempos. Las mismas dos selecciones se vieron las caras cuatro años más tarde en Roma y la felicidad fue teutona, ya que los europeos ganaron por 1 a 0 con un tanto de penal de Andreas Brehme, el gran héroe de la jornada.
Cuatro años más tarde, Brehme disputó su último partido con la camiseta de la Selección de Alemania en la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994. El tramo final de su carrera fue en el FC Kaiserslautern de Alemania, elenco en el que puso punto final a su trayectoria en 1998. Tan solo dos años más tarde, Brehme tuvo su primera experiencia como entrenador y fue en el club que colgó los botines, en el cual estuvo por dos años. Entre 2004 y 2005 fue DT del Unterhaching, también de Alemania y esa fue su último club como DT.
Luego de abandonar su carrera como entrenador en solitario, Andreas Brehme pasó a ser colaborador de uno de los mejores entrenadores de las últimas décadas: Giovanni Trapattoni, y lo hizo en su paso por el Stuttgart entre los años 2005 y 2006. Allí fue su último trabajo conocido y a partir de entonces comenzó una debacle económica y financiera que terminaron con la ruina del héroe de la final de Italia 90.
En 2014, el medio alemán Deutsche Welle dio a conocer la difícil situación económica que atravesaba por ese entonces Andreas Brehme. Según el prestigioso medio teutón, malas inversiones y mala administración hicieron no solamente que el ex futbolista pierda todo el dinero que había ganado en su carrera -cabe aclarar que en los 80 y 90 los jugadores no ganaban tanto como ahora- y que llegó a tener deudas por más de 200 mil euros, inclusive que tuvo que vender su departamento, el cual estaba valuado en 400 mil euros.