Newells, sin Cedrés y sin Banega, visitaba a Godoy Cruz en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Lunari mantuvo para este encuentro el dibujo 4-4-2 que suele poner en el campo de juego desde que es el entrenador de la primera leprosa. Godoy Cruz, el rival, es un equipo irregular con una campaña de mitad de tabla que necesitaba imperiosamente sumar de a tres en casa.
El partido en los primeros 15 minutos fue desde un tibio dominio leproso en el arranque a una mejor prestación de Tomba con mayor dinámica en la mitad de la cancha donde Abrego, Leyes y Fernández tenían supremacía sobre Tomás Pérez y Altamirano. La primera situación clara de gol la tuvo el local cuando Salomón aprovechó una mala coordinación de Velázquez y Salcedo en la marca y su remate fue rechazado de manera providencial por Macagno.
Luego el trámite se volvió equilibrado, un poco porque el local aflojó en la presión y otro tanto porque en la lepra apareció Matko Miljevic para hacerse eje del fútbol del rojinegro. Sobre los 33´ un cabezazo del paraguayo Velázquez se fue cerca del horizontal de Petroli. Un rato después una buena combinación entre Miljevic y Altamirano terminó con un remate del volante ofensivo a las manos del portero local.
La igualdad se rompió sobre el epílogo de la primera etapa cuando un desborde de Andino por izquierda finalizó en la cabeza de Abrego que con un frentazo derrotó a Macagno, quién esta vez entregó una endeble respuesta. El 1 a 0 a favor de Godoy Cruz fue un porrazo para las expectativas del equipo de Lunari y obligaba al entrenador a replantearse la estrategia para disputar los segundos 45 minutos.
En el arranque del complemento, antes del minuto Newells tuvo una clarísima situación de gol cuando el Colo Ramírez recibió solo la pelota entrando por la izquierda del área y su remate se fue muy por arriba del arco de Petroli desperdiciando de esa manera una excelente oportunidad para empatar el cotejo y reafirmando, el mal momento del uruguayo que no consigue amigarse con la red.
En contrapartida a esa situación despilfarrada por la lepra, a los 4´ el Tomba llegó al segundo gol cuando Andino después de una gambeta la clavó contra el ángulo derecho de Macagno para señalar el 2 a 0. Muy cuesta arriba todo para Newells para el resto del cotejo, un equipo que vuelve a mostrar endeblez defensiva y una preocupante falta de recursos al momento de generar peligro sobre la meta contraria. Newells es un equipo de mandíbula frágil y Godoy Cruz aprovechó muy bien esa falencia.
Los quince minutos que siguieron a la conquista del Tomba fueron para agudizar el sufrimiento del rojinegro. El tercer tanto lo tuvieron a su merced de manera consecutiva: Andino, Salomón y el lateral Arce, quienes obligaron a Macagno a dar la cara por su equipo y evitar con notables atajadas que la diferencia en la red sea aún mayor. Newells se fue del partido y el pronóstico para el resto del cotejo no era para nada alentador.
Antes de los 30´Altamira casi convierte el tercero cuando remató desviado solo frente a Macagno. Godoy Cruz abusaba de la decepcionante actuación del fondo leproso y de un mediocampo que nunca brindó garantías a la hora del retroceso y sobretodo al momento de recuperar la pelota. Sobre los 34¨en una esporádica incursión de Newells en ataque, casi descuenta cuando se lo perdió el paraguayo Cardozo cuyo disparo desde inmejorable posición pegó en la red posterior del arco de Petroli.
El último tramo del partido fue para algún intento individual de Miljevic, el único jugador que intentó algo diferente en la lepra y eso le alcanzó para salvarse del aplazo colectivo. La lepra tuvo un dejavú, fue ese equipo apático del comienzo del torneo y por esa razón perdió sin atenuantes frente a un rival que sin ser algo extraordinario fue siempre superior. A Lunari, seguramente, el rendimiento de sus dirigidos ante el Tomba lo habrá dejado muy preocupado y no es para menos, porque la puesta en escena en la nochecita mendocina fue por demás de pobre y muy a contramano del protagonismo que le exige la historia del club.
