Independiente se plantó con personalidad, jugó su juego y se llevó todo de La Bombonera: ganó 1 a 0 con un golazo de Álvaro Angulo y dejó a Boca afuera del Torneo Apertura en los cuartos de final. Pero más allá del resultado deportivo, la eliminación pegó fuerte porque expuso el momento crítico que atraviesa el club xeneize: un equipo sin respuestas, una dirigencia que no da la talla y un clima que ya no se aguanta más.
El equipo de Mariano Herrón había logrado meterse entre los ocho mejores tras sufrir contra Lanús en octavos, en una serie que sólo pudo destrabar por penales. Y si bien su primer tiempo contra el Rojo fue bueno, volvió a quedarse corto cuando tuvo que ser contundente. La jugada que resume todo es la de Carlos Palacios: solo, con el arco vacío, desperdició un pase brillante de Merentiel que pudo haber sido el 1-0. No fue.

Del otro lado, Independiente hizo lo que sabe hacer. Con pelota al pie, toque corto y paciencia, jugó a su estilo y se fue haciendo dueño del partido. El gol llegó a los 64 minutos, tras una gran jugada colectiva que terminó con Angulo desparramando rivales para sacar un zurdazo letal. Fue justo. Después, el equipo de Carlos Tevez (suspendido y mirando desde un palco) manejó los tiempos con autoridad y lo terminó defendiendo con inteligencia.
La imagen del final lo dijo todo: Marchesín yendo al área a rematar un corner y Boca tirando centros sin rumbo mientras la Bombonera era una caldera. El público explotó contra la dirigencia y los insultos apuntaron directamente al presidente Juan Román Riquelme, ídolo que ya no está blindado por la historia. “La Comisión, la Comisión”, bajó de las tribunas, pero los dardos tenían nombre y apellido.

Boca cerró así una semana más en un 2025 que parece no terminar nunca. En las tribunas ya nadie habla del próximo partido, aunque esté a la vuelta de la esquina y en un escenario mundial: el debut en el Mundial de Clubes contra Benfica, en Estados Unidos. Porque la sensación general es que, si el equipo no cambia, lo que viene puede ser aún peor.
Independiente, por su parte, enfrentará a Huracán en semifinales. Boca se queda con las manos vacías. Otra vez.