Eran los cuartos de final de La Copa Argentina y jugaban Boca y Gimnasia y Esgrima La Plata, en el Coloso Marcelo Bielsa y durante el inicio del segundo tiempo, una pelea entre barras de ambos equipos desató el caos en el estadio. La providencial intervención de Juan Román Riquelme fue clave para que la situación no escalara más, pudiendo convertirse la misma, en una verdadera tragedia. El ídolo xeneize calmó los ánimos en la tribuna y se evitó lo peor.
Newell´s comunicó a través de sus redes sociales que los gastos ocasionados en el estadio serán cubiertos por la organización de la Copa Argentina, llevándole de esa manera, tranquilidad a sus aficionados. A pesar de la rápida acción de Riquelme los destrozos ocurridos en el Marcelo Bielsa dejaron una gran preocupación en los directivos del club anfitrión del evento. El sector de los baños, las butacas de las plateas y varios ventanales de los palcos del “Coloso” fueron algunos de los principales lugares afectados tras las incursiones de los exaltados hinchas.
El presidente de Newell´s Ignacio Astore, detalló los daños sufridos en el club donde señaló que “se rompieron casi todos los baños del Hipódromo y del Palomar”, así como vidrios de palcos y alambrados y reconoció la preocupación que les genera el corto tiempo que disponen para restaurar el estadio, ya que el primer equipo tiene partido el próximo sábado en la misma cancha ante Sarmiento de Junín.
Luego Astore aprovechó para cuestionar el accionar de la policía y dejó entrever una falla en el operativo de seguridad, al respecto manifestó que “si Riquelme pudo contener a La 12 (barra de Boca), quiere decir que pudo más que el operativo”, en forma de ironía dejó en evidencia su descontento por el obrar de las autoridades encargadas de la seguridad del evento. El costo de reparación según anticiparon propios funcionarios del club será elevado, ya que calculan que necesitarán 35millones de pesos solo para reponer las butacas que han sido dañadas por el accionar de los inadaptados.