Newells arribó al 15 de Abril para jugarse una de las últimas fichas que le quedaban para intentar llegar a la Copa Sudamericana, único anhelo posible para el club en un semestre que fue para el olvido. La empresa no era nada sencilla porque enfrente estaba Unión, el equipo del Kily González, que después del agónico triunfo ante Gimnasia en La Plata no quería perderle pisada a Vélez en lo más alto del torneo. La lepra necesitaba imperiosamente poder encontrar un patrón de juego para convertirse en lo que resta del torneo en un equipo protagonista. A eso apuntaba Lunari en la previa del cotejo.
El arranque del partido no pudo ser peor para el rojinegro porque Unión desde el pitazo inicial le copó el campo y a los 8´ Mauro Pitton desde afuera del área clavo un remate contra el palo izquierdo de Macagno para señalar el 1 a 0. Floja respuesta del portero leproso y Newells de vuelta a remar contra la corriente con un resultado adverso como le ocurrió el ultimo fin de semana ante Sarmiento en el Coloso.
Después del gol, el Tatengue manejó mejor el tramite con buenas prestaciones de Mosqueira, Rivero y Pitton haciéndose dueños del mediocampo ante la pasividad de Mata Pérez, Valentino Acuña y Miljevic (el único que intentó en todo momento asociarse con sus compañeros). Arriba se mostraban muy aislados Silvetti, González y Garcia, con lo cual la lepra era un equipo demasiado partido en dos.
A Newells le cuesta todo demasiado, pudo perder por mas diferencia cuando un remate de Orsini encontró el cierre providencial de Schott en la puerta de su arco. Los jugadores de la lepra atraviesan un momento muy particular, tienen la pelota en su poder cuando hay que largarla y viceversa. Se fue al vestuario el equipo de Lunari penando otra vez su mal juego y una nueva derrota transitoria, el compromiso del rojinegro de cara a la segunda parte era cambiar radicalmente lo realizado en la etapa inicial. Tarea difícil pero no imposible…
El complemento encontró a Newells con una clarísima oportunidad para estampar el empate de no ser por una enorme atajada del arquero Thiago Cardozo que le sacó el gol a Silvetti, transcurría solo el minuto 4. Pero la lepra es un equipo de mandíbula demasiado frágil ya que a los 13´ Orsini recibió solo una pelota dentro del área ante la inentendible pasividad de Velázquez y Salcedo para cruzar un remate rasante y marcar el 2 a 0. Si antes la empresa parecía difícil ahora se convertía, casi en un imposible.
Después de la segunda conquista el rojinegro se descalabró, perdió la compostura y fue un equipo con peligrosos vicios de amateurismo, Lunari totalmente desbordado por este pobre presente mando a la cancha a Cardozo, Ramírez y Juani Méndez por Acuña (un joven con muchísimo futuro que lo están exponiendo inútilmente), González y Garcia, nada cambió porque Newells siguió siendo un equipo librado a su suerte.
El último tramo del partido estuvo demás ni el ingreso de Ever Banega pudo cambiar en algo la lamentable actuación de la lepra en Santa Fe, Newells fue un equipo tirado en la cancha, sin plan, sin estrategia y lo peor sin ninguna convicción. Quedan aún siete fechas por jugarse, una eternidad cuando un plantel no tiene ningún argumento para ser competitivo. Barajar y dar de nuevo, el conjunto del Parque Independencia debe apostar a eso. El equipo necesita urgente un técnico a la altura de su historia, y sobretodo jugadores que dentro de la cancha le hagan, un respetuoso honor a la misma..