Newells recibía a Sarmiento de Junín con el compromiso de mejorar la pobre actuación del último fin de semana en Mendoza. Para eso Lunari movió el tablero y mandó a la cancha a Schott por Armando Méndez (de flojo rendimiento ante el Tomba), a Calderara por Ángelo Martino y el paraguayo Cardozo en lugar del Colo Ramirez, que hace unas fechas anda con la pólvora bastante mojada. La lepra ante su público estaba necesitado en volver a la senda del triunfo ante un rival que venía de capa caída y eso le abría al local una oportunidad óptima para poder llevarse los 3 puntos, sobretodo haciendo pesar la localía.
Los primeros 15’ fueron de trámite parejo, con ambos equipos tratando de equivocarse lo menos posible. La lesión prematura de Calderara llenó de preocupación al estadio y en su lugar ingresó Vangioni para ocupar el lateral izquierdo. La lepra se plantó con Fernández Cedrés y Pérez en el doble cinco y con Miljevic siendo una usina desde donde construir el futbol del equipo local. Sarmiento le regaló el terreno a la lepra y se atrincheró alrededor del portero Acosta. El incipiente dominio del local chocaba una y otra vez contra un defensa que lucia bien plantada.
A pesar del control del juego, Newells padeció el primer gran dolor de cabeza a los 18´ cuando tras un fantástico pase de Burgoa, el chileno Morales con un delicado toque por encima de Macagno, marcó el 1 a 0 para la visita. A la lepra le tocaba otra vez navegar contra la corriente y trató de meterse nuevamente en el cotejo y tuvo su premio a los 29´ cuando Silvetti tras una gran jugada personal sobre el sector izquierdo del ataque la clavó en el ángulo derecho de Acosta para marcar el empate. El 1 a 1 devolvía el partido a foja cero y le permitía al equipo de Lunari volver a intentar ir por una victoria.
A los 32´ otra buena jugada individual Miljevic terminó en un centro preciso a la cabeza de García quién anticipó a Acosta, pero su testazo se fue cerquita del arco del conjunto de Junín. Sarmiento sustentaba su juego en Emiliano Méndez, Manuel García en la zona central y la experiencia de Nicolas Gaitán de mitad de cancha para adelante. Antes de cerrase el primer capítulo del cotejo, el Pitbull Fernández Cedrés desde lejos reventó el travesaño de Acosta y provocó la última emoción de la etapa. Se fueron al vestuario igualados, aunque Newells dejó una mejor imagen en la parte final de la etapa.
El arranque del complemento estuvo signado por una nueva paridad en el desarrollo del juego, con Newells tratando de generar más fútbol asociado en ofensiva a partir de una mayor participación de Miljevic. Sarmiento por su parte salió a disputarle la pelota a la lepra en la mitad de la cancha y con eso repartió más el dominio. Fueron pasajes disputados lejos de los arcos con preponderancia de pases laterales y sin demasiada profundidad. De un lado y otro la falta de audacia y creatividad se notaba demasiado brindando un espectáculo, que se tornó, bastante chato.
Promediando el segundo tiempo, las imprecisiones ganaron terreno, ya no estaba tan fino Miljevic y hasta Velázquez falló en un pase fácil en dirección de su compañero Vangioni. Con el correr de los minutos el cansancio se hizo notar bastante, el encuentro se hizo potreril y fue jugado más con el físico que con inteligencia y fútbol. Lunari metió en el campo mucho piberío, ingresaron Jaime, Juárez y Chiaverano, pero no pudieron torcerle el rumbo a un cotejo que se perfilaba hacia un inevitable empate. Hay partidos que restan en vez de sumar y la lepra tuvo, otra vez, uno de esos cotejos que son para el olvido.